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2024-05-05

La Ecología Política de la diferencia y la construcción de una racionalidad socioambiental en el marco de los saberes nuestroamericanos.



Abstract




La Ecología Política de la diferencia y la construcción de una racionalidad socioambiental en el marco de los saberes nuestroamericanos.


El pensamiento nuestroamericano ha profundizado la crítica al pensamiento único, como conocimiento acabado y perfilamiento del espíritu, incapaz de devolver a sus dueños las propias alas del saber. Es la crítica al conocimiento puro que no ha permitido el reconocimiento del sujeto nuestroamericano como sujeto cognoscente y transformador de su propia realidad (socioambiental) que, en su devenir, procura el desarrollo de un pensamiento otro que conquiste la muerte con la Vida y rompa con los vicios de una filosofia de retorno que vuelve ineludiblemente sobre sí misma y dificulta al sujeto hallarse a sí mismo en los moldes prestablecidos que crea. Tales perspectivas ético-gnoseológicas hoy constituyen fundamentos epistémicos imprescindibles en todo intento por definir una transición socioambiental efectiva.

El rescate del sujeto natural en el pensamiento nuestroamericano, no responde a una actitud naturalista o romántica, sino a un principio gnoseológico ético-politico que conoce otros modos de reproducir la Vida, poniendo en tela de juicio la separación del hombre y la naturaleza como un recurso escolástico para la construcción de un discurso civilizatorio y de un conocimiento racista, deconstruyenso así la mirada jerárquica y descalificadora inherente al pensamiento moderno.

Distinto de la comprensión naturalista tradicional como algo exótico y paisajístico, el sujeto natural que se rescata del pensamiento latinoamericano no es aquel que se distancia de la naturaleza o que mantiene una actitud contemplativa, romántica y proteccionista de la misma, sino un sujeto capaz de preservar, como parte de sus usos y costumbres, una relación metabólica armónica, horizontal y de espiritualidad compartida ve en la naturaleza la constitución misma de la Vida. El sujeto natural en esta comprensión nuestroamericana es cultural en sí mismo, como el ente histórico es a su vez natural.

En la comprensión de la realidad socioambiental contemporánea desde las piedras de significación del pensamiento crítico nuestroamericano, se vuelve a la experiencia de un sujeto axiológico complejo, que se deshace de los juicios teoréticos prestablecidos por el conocimiento moderno, ya sea desde sus vicios idealistas y de la sustancia atributiva de la razón o de la pérdida de lo personal por el desarrollo de la perspectiva materialista. Tampoco deviene la constitución del sujeto de un vacio cultural sino de su propia condición de resistencia frente lo marginado.

El sujeto natural nuestroamericano no es aquel que desvanece las relaciones de dominación existentes sino el que se coloca por encima de las mismas en su complejidad, desde otras formas plurales de reordenamiento de la reproducción de la Vida. Aporta nuevos enfoques al entendido de la dominación, la cual no responde solo a una causalidad pura o única, sino a múltiples formas y expresiones de sometimiento del sujeto natural y de la naturaleza de que forma parte.

El rescate del valor del sujeto natural en América Latina ha revolucionado toda noción de transición socioambiental y de construcción de pensamiento en torno al logro de una racionalidad ecotransformadora. Parte de la visibilización discursiva y comunicativa de la (re)existencia desde los sures, hacia la profundización del pensamiento ecológico y sociotransformador desde la ecologia politica latinoamericana de la diferencia. Es un pensamiento a posteriori donde se deconstruye los juicios cerrados fundantes de la dominación de la naturaleza, la barbarie del sujeto natural, o su entrada en el tiempo historico solo a partir de su ruptura con la naturaleza, e incluso aquellos esquemas sobre las contradicciones en la naturaleza.

La construcción de un discurso ecotransformador de la diferencia no consiste en la búsqueda a ciegas de politicas sostenibles, ajena a un re-ordenamiento cultural-material de la Vida que lo sostenga. Ni de prácticas aisladas e individualizantes. Solo nuevas formas de relacionalidad pueden contener cambios cuantitativos-cualitativos en el intercambio con la naturaleza que nos constituye.

El tiempo de la naturaleza no es otro que el tiempo social. Por lo que, a la construcción de una racionalidad socioambiental desde la diferencia, no le queda más camino que adquirir el significado del sujeto natural que la contiene como parte de su existente, para crear un poder distinto en el modo de producir y reproducir la Vida y en la formas de relacionalidad con los sujetos otros y colectivos que también buscan cambios cuantitativos y cualitativos. Es la comprensión y acompañamiento de sus luchas, rompiendo con las lógicas extractivistas de los saberes ancestrales del sujeto natural nuestroamericano.

Acompañamiento no desde el extrañamiento o la idealización de las problemáticas del sujeto natural o su manipulación ideológica a una única instancia, sino en su comprensión multifactorial compleja, no teorética sino devenida del develamiento del poder destructor hecho por el propio sujeto cognoscente que resiste al despojo y a la eliminación de sus propias condiciones naturales de existencia. No se trata de entender solo sus angustias materiales e intentar dilucidarlas desde la mismidad mercantil moderna, que las ahoga construyendo nuevos matices de dependencia, sino más bien atacar nuestro desarraigo, y garantizar el fortalecimiento de las luchas. Nuestroamericanas desde de sus propios procesos organizativos y de producción de la Vida, distintos de la comprensión de necesidad definida desde la racionalidad moderna. No es pretender su orientación hacia lógicas mercantilistas para garantizar el equilibrio económico-ambiental desde la posible incorporación de sus saberes, sino respetar el sentido otorgado por una cosmopercepción cultural Otra al intercambio y en conocimiento (no reconocimiento) replantear nuestra mismidad en torno a la naturaleza y el sujeto natural nuestroamericano.

El sujeto natural nuestroamericano, se ha definido y visibilizado en el pensamiento socioambiental moderno en correlación exclusiva a su condición étnica, simplificando la complejidad de la realidad latinoamericana, donde los sujetos se han constituido en formas anómalas de producción y reproducción de la Vida, en las que el trabajo no se constituye como forma efectiva de satisfacción de necesidades concretas y de construcción de relaciones solidarias hacia una realidad social distinta. Es necesario reconocer en su justa medida la complejidad del sujeto nuestroamericano desde su interculturalidad y la hibridez en sus propias resistencias, de ahí lo valioso del rescate epistémico de la experiencia en la definición del sujeto socioambiental, superando siempre el a priori antropológico y antropocentrico.

La epistemologia del nosotros, contenida en el pensamiento crítico latinoamericano, constituye un elemento esencial, para la comprensión de un sujeto Otro y plural marginal al discurso tradicional moderno, que preserva su constitución en la diferencia al construir el nosotros natural-histórico-social. Si bien la diferencia desde America Latina no deviene de un vacío cultural sino de la situación misma de marginación y de la posición que asume con respecto a las luchas sociales, la constitución y comprensión de la producción del pensamiento mismo del sujeto autóctono nuestroamericano, nace de formas concretas de colectividad, como bien es definido desde sus significantes, de su experiencia concreta y a la vez plural de existencia compleja y distinta. Saber nuestroamericano que a su vez permite romper con los esquemas individualizantes del pensamiento moderno-posmoderno, que conducen inevitablemente a buscar el contenido socioambiental del pensamiento en la individualidad del sujeto y en practicas concretas, no así en una experiencia social compleja colectiva.




Notas


[1] Instituto de Filosofía de Cuba
[2] UNAM