March / 25 / 2022
By: Diana Troya* y Anais Cordova Paez
DOWNLOAD PDFEl texto presentado a continuación es un ejercicio de escritura creativa, que relata el esfuerzo de crear un espacio para compartir y soñar los futuros que queremos como mujeres jóvenes desde nuestros cuerpos y territorios biodiversos. Hablamos del encuentro de mujeres jovenes que se llevó a cabo a mediados del 2019 en la reserva de la biosfera del choco andino en Ecuador. Las mujeres que participamos en este encuentro somos mujeres que luchamos por la defensa de la vida en los diferentes espacios que habitamos. La mayoría de nosotras formamos parte de la Red de Jóvenes del Chocó Andino (RJCA), y además trabajamos en temas relacionados a la ecología, los feminismos y la descolonialidad.
Key Words: RJCA; Choco Andino
La RJCA es una organización comunitaria que inició su camino de manera formal en el año 2018. Está conformada por jóvenes de las parroquias que conforman la Mancomunidad del Choco Andino (MCA): Calacalí, Nanegal, Nanegalito, Gualea y Pacto. El lema de la RJCA es trabajar en favor de nuestro territorio, más allá de los intereses individuales. La red tiene como objetivo liderar procesos endógenos de sostenibilidad en el Chocó Andino. También busca construir visiones conjuntas del territorio que rompan fronteras internas, fortalezcan el tejido social, e incidan positivamente en el ambiente, la cultura, la economía y la política a favor de un territorio productivo, biodiverso y sostenible[i].
Creemos firmemente en la defensa de los intereses colectivos y en el bienestar para todos, todas y todes. Reconocemos el rol fundamental de las mujeres en el cuidado y la protección de la vida, principalmente en territorios rurales y biodiversos. Por lo tanto, el encuentro de mujeres jóvenes de 2019 fue muy importante para nosotras porque a pesar de venir trabajando juntas en la RJCA, no habíamos podido generar un espacio de intercambio y creación mutuo como este. Este encuentro fue pensado con el fin de imaginar el futuro que queremos construir desde el ser y sentirse mujer. Quisimos hacer esto sin esencialismos, pero sabiendo que el habitar el espacio como cuerpo feminizado es diferente y requiere de reflexiones colectivas para poder consolidar una base fuerte de interacción y trabajo entre nosotras.
Trabajamos con dos metodologías feministas para soñar nuestros futuros: 1) Mapeo del cuerpoterritorio[ii], que piensa el cuerpo como territorio habitado en el que se expresan los conflictos desde la subjetividad. En el cuerpo se plasman las luchas, las pasiones, las angustias y las resistencias; 2) Las Futurotopías feministas[iii], que nos permiten a través de la ficción especulativa trabajar sobre cómo se pueden sostener nuestros esfuerzos para la creación de infraestructuras comunitarias y feministas. En las siguientes líneas y en forma de crónica creativa, se expresa la creación colectiva, los sueños comunitarios y los miedos que se convierten en la motivación de nuestras luchas. El primer paso para crear es imaginar.
Las preguntas eran miles, las respuestas imposibles, lo que nos unió fue la creatividad y el ser mujeres. Conectamos ideas, sueños, procesos, anécdotas por horas de horas. ¿Cuántas veces sucede eso en el sistema que vivimos? Un sistema capitalista, extractivista y patriarcal. Al contrario, el tiempo que tenemos para nosotras es generalmente una ilusión cuando asumimos triples jornadas de trabajo, ya que las mujeres del RJCA somos cuidadoras, defensoras y trabajadoras. Estas horas fueron mágicas la participantes hicieron posible que convirtiésemos un salón rodeado de ventanas en un cubo de cristal para conspirar sobre el futuro.
Foto 1: Encuentro de mujeres de la RJCA (Diana Troya)
A nuestro alrededor las nubes ya daban paso al bosque profundamente verde, mostrando el panorama mágico del Chocó Andino. El sonido de las aves y el olor a tierra mojada nos recibía en Nanegalito, era difícil creer que estábamos a escasos metros de la vía Calacalí-La Independencia. Cargadas de revistas, crayones de todos los colores, papelógrafos y tijeras, nos instalamos dentro del cubo de cristal, para estar juntas.
Con los primeros rayos de sol sobre los cultivos de café en la hacienda Frajares, nos contamos historias sobre nuestros miedos, corajes y tristezas. Vimos como el nudo en la garganta, los escalofríos, las mariposas en el estómago, la avalancha de pensamientos, las ganas de cerrar los ojos, y las manos frías, son parte de las sensaciones que atraviesan el cuerpo de una mujer en la ruralidad.
Los ojos brillantes de Mari, More, Nulvi, Maribel y Andre, al verse reflejadas en las sensaciones de las otras, son prueba de que, a pesar de sus diferentes realidades, todas se encuentran en un proceso común. Todas comparten ilusiones, activismos y reflexiones sobre sostenibilidad, justicia socioambiental y la lucha contra el extractivismo desde una mirada de mujeres, jóvenes y seres rurales.
Varias son las opresiones que han afectado y afectan específicamente a las mujeres que cohabitan territorios con otras múltiples formas de vida mas que humana: agua limpia, suelos llenos de minerales, árboles con madera centenaria, para nombrar unos pocos. A lo que en un lenguaje técnico y extractivista se le llamaría Recursos Naturales, ellas llaman Hogar. Estos procesos generan preocupación y ansiedad en las mujeres que se encarnan corporalmente. La separación familiar, contaminación, despojo de tierras y explotación son pensamientos frecuentes y compartidos de las mujeres de la zona.
Foto 2: Metodologías feministas durante el encuentro de mujeres de la RJCA (Diana Troya)
Mari dice: “Siento como que viene una megaempresa, una masa gigante, que nos aplasta otra vez.” Andre dice: “Pienso en mi hija, en el agua pura que yo he disfrutado, esto es problema de todos, tengo miedo de que mi hija no va a disfrutar lo que yo he tenido, y tal vez mi hija no pueda llegar a ser adulta.” “A veces tengo miedo de hablar”, dice Mari mientras se toca la garganta, “pero me preocupa el agua. Yo comparo con un pueblo minero donde la gente tiene carro, casa, etc… Pero se ha roto el lazo familiar.” Nulvi dice “La gente vive por y para el dinero. Muchos hacemos las cosas diferentes, pero la plata gana a todas nuestras acciones”
Foto 3: Mapeo del cuerpo-territorio (Diana Troya)
Con una historia cercana algunas de las chicas explican porque el machismo y el extractivismo son patriarcales: “Viene una empresa y una masa gigante que nos aplasta otra vez bajo el poder de los hombres. Ahora en la agricultura trabajan los dos ¿Quién va a trabajar en la minera? Si viene la minería va solo el varón […] el hombre verá si le da dinero a la mujer para la comida y para alimentar a los hijos”. Entonces el hombre ejerce poder, él tiene trabajo, ella depende de él. Y después: “Mientras más hijos tiene el marido más le ata la mujer, esa es la parte del cuerpo que hay que empoderar más, las mujeres deberían decidir cuántos hijos quieren tener.” Así mismo, el discurso minero dice que genera trabajo en la comunidad, cuando según la experiencia de las participantes la minería rompe los lazos del trabajo comunitario y genera trabajos momentáneos que dan la sensación de riqueza, pero que en el resultado empobrecen sobre todo a las mujeres, quienes están a cargo del rol de cuidados y de la agricultura.
En reflexiones cortas y sentidas, se comparte como se siente la minera en nuestros cuerpos, la indignación del extractivismo y las situaciones que han vivido todas las mujeres reunidas. Llega la tarde, el olor a café recién filtrado y las ganas de imaginar por un momento el futuro que queremos, se impregna de color. El imaginar suena como una tarea fácil, sin embargo, todas estamos de acuerdo en que es la tarea más difícil. A nosotras no se nos ha hecho partícipes de la construcción del futuro, del llamado Progreso. Al contrario, hemos sido encasilladas en la practica de labores particulares en función de un sistema que toma decisiones por y para un progreso patriarcal, extractivista y capitalista. Es decir, un progreso que no es femenino. Este sistema que trata a la mujer y a la naturaleza como un recurso más tiene efectos severos en multiples generaciones de mujeres rurales.
En nuestro esfuerzo imaginativo algunas frases comunes eran: “esto es raro” “es difícil” “¡Qué loco! no puedo imaginar”, pero después de un esfuerzo llegan las visiones y sueños, más en imágenes que en palabras.
El futuro de Mari: Visión, naturaleza, inclusión (laboral, educativa, política), mujeres, cooperación, familia, convivencia, comida sana.
El futuro de Andre: Después de que la tecnología y grandes industrias nos llevarán a la muerte, en millones de años regenerara la naturaleza y el ser humano, no estarán separados, el dinero ya no servirá para nada, no habrá poderes.
El futuro de Maribel: Unión, sencillez, familia, sabiduría.
El futuro de Nulvy: Mujeres fuertes, identidad, respeto a otros seres, aire limpio sin contaminación, unión.
El futuro de More: Con creatividad, ya no abusaremos de las tecnologías que no nos dejan soñar. Vamos a perder el miedo, ya no habrá discriminaciones, ya no habrá minería. Habrá paz.
Pensar el futuro no es fácil, sobre todo cuando nos han acostumbrado a hablar desde el miedo, desde la ira y desde el pasado. Nosotras, necesitamos a veces (cada vez más) esos momentos y encuentros para ser quienes queremos ser en la imaginación colectiva de nuevas posibilidades. Esta serie de ejercicios y un día en la montaña nos permiten lazos que la ruralidad y la urbanidad demandan para la construcción de otras formas de relacionarnos. Es por este motivo que agradecemos a todas las participantes y las cuidadoras que por detrás nos dejaron parar el tiempo para reflexionar y soñar.
* Red de Jóvenes del Choco Andino, Ecuador.
i RJCA, Posición frente a la Reserva de Biosfera del Chocó Andino de Pichincha, 2020: Posición-RjCA_Reserva-de-
Biosfera-del-Chocó-Andino-de-Pichincha.pdf (condesan.org)
ii Colectivo Miradas críticas del territorio desde el feminismo. Mapeando el cuerpo territorio. Guía metodológica para
mujeres que defienden sus territorios: https://territorioyfeminismos.org/publicaciones/guia-mapeando-el-cuerpo-territorio/
iii Spideralex. Por debajo y por los lados. Sostener infraestructuras feministas con ficción especulativa:
https://iterations.space/files/iterations-publication/iterations-spideralex.pdf
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